Para mi, las piedras no son solo materiales o lienzos en los que pintar cosas. No pinto piedras arbitrarias, sino que son opuestos significativos que me inspiran a trabajar con ellos. Nunca altero su forma.
Para sacar a la superficie al ser vivo que siento en la piedra, procedo con mucho cuidado. Voy paso a paso,considerando si, por ejemplo, estoy poniendo la espina dorsal en el lugar adecuado. Pinto los ojos al final, y solo considero mi trabajo terminado cuando veo la vida en esos ojos y me devuelven la mirada. Para mi, completar una obra no trata sobre cuántos detalles he pintado, sino en sentir la vida en la piedra.
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